viernes, 25 de marzo de 2011

Quemarse a lo bonzo.

Lo que en contra de lo que muchas personas piensa, que es suicidarse prendiéndose fuego, significa suicidarte por una protesta política. Expresión que le debemos al monje vietnamita Thích Quang Duc, y en menor medida, aunque imprescindible, al fotógrafo que captó la famosa imagen; David Halberstam.

No es que yo sea precisamente una amiga de las religiones, mas bien todo lo contrario, pero al menos, la budista, es la que menos me disgusta de todas. De todas maneras, aunque no me gusten, yo soy amiga de esa frase: "No estoy de acuerdo con lo que dices pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo. Voltaire."
Este monje se suicidó en protesta por la represión que sufrían los budistas por parte del gobierno Vietnamita. Los allí presentes contaron que el monje no se movió, no se quejó, los sollozos que se oían eran de los testigos del suceso.
Dicen, y estoy es un rumor, que el cadáver del monje fue incinerado como manda la tradición budista, pero que su corazón quedó intacto, y por esto fue nombrado santo.
Después de esta historia, hubo mas casos como el del monje. Se me viene a la mente Mohamed Bouazizi, "El padre de la revolución tunecina. "
Dejar tu vida de esa manera, en mi opinión, de una manera tan altruista, me conmueve, tiene todo mi respeto y están en mi mente. Yo no rezo, ni creo en seres místicos, pero que la historia les trate bien, y que la justicia les otorguen lo que se merecen.

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