lunes, 24 de enero de 2011

Hace mucho tiempo...

Me estoy acordando de una vez que una amiga se escapó de casa porque le habían llamado del instituto a casa y los profesores le habían comentado a su madre que estaba "pirando". Recuerdo aquel día, creo que era primavera, pero no me acuerdo bien del tiempo. Solo se que aquello se había convertido en un drama en el que todos nos habíamos visto implicados.




El caso es que ella estaba bien decidida a irse de casa, y le suplicó a otra que por favor, la acogiera en la suya. Al principio esta se negó con la excusa de: "¿Y qué le diré a mi madre?" pero al final se inventaron una excusa, de que los padres de la fugada se habían ido de vacaciones, y que si se podía quedar con ellos. Transcurrió un día, llegó el sábado y yo me dirigía a disfrutar de mi mañana, iba a ver unas amigas al pueblo de al lado* cuando la madre, la loca madre de la fugada me pilló. Me hizo subir a su coche, y entre gritos y amenazas me hizo decir donde estaba su hija e indicarle donde estaba la casa donde estaba refugiada su hija. Fue horrible. Deseaba con todo mi corazón que no estuvieran en casa. Fuimos en coche porque era un pueblo lejos de donde yo vivo. y bueno, era una casita. Si estaban, los recuerdo perfectamente saliendo de la casa, llamando a la madre a voces a su hija y los ojos de traición con los que me miraron. La colleja que le pegó la madre a su hija, que temblaron hasta los pájaros, y la cara con la que metían a mi amiga en coche y la cara con la que la otra chica se metía en casa para explicar los padres lo pasado. Yo me quedé en la calle, sola. Me habían dejado tirada, sin dinero en un pueblo lejos de mi casa. Ahí es cuando me di cuenta que las cosas debían cambiar en mi vida.

*Aclaro que tenía bonobus, no dinero, por eso no pude llamar a un taxi para irme del otro

No hay comentarios: